Capítulo 25. Mi corazón no es un juguete, baby.

NARRA UREA : Y entonces le eché una maldisión gitana a la rata esa de alcantarilla cani por no haber hecho a Mogo en ética. Y ella me contestó : RATA CANI : ¿Tíah, cuantas haches tOh waPAs lleva La PalaBrah lámapara? UREA : Sí. RATA CANI : Ah, vale piShAhh... Y se fue haciendo la croqueta. Después de esto no recuerdo muy bien lo que pasó, porque se me calló el bolígrafo que uso normalmente como tenedor al suelo y me di un golpe en las pupilas gustativas. Sí, he dicho pupilas, la incultura mola. Cuando me desperté estaba en un mundo ideaaaaal, un mundo en el que tú y yooo... vale no, estaba en el hospital. Pero no quería cortaros el rollo por si os daba por tirarme por el balcón y me picaba otra vez una medusa en el corazón. Porque mi corazóóón no es un juguete que puedas picar y tirar, no, nooooo(8 Y ya no sigo la canción porque se pone toah porno. Chau.