domingo, 30 de diciembre de 2012

Capítulo 41. Voy a matar a Rigobert, wiiiiiii.

NARRA UREA : Momento poético : a algunas personas les matan las armas y los mapaches radioactivos rabiosos que les muerden haciéndoles musha pupita, sin embargo a mí (y a mi pato verde a veces también) me mata la gente que se hace fotos a lo choni en su casa y sale de fondo un crucifijo. Después de esto fui al médico y me recomendó que tenía patatofobia a las llaves. Tenía que tomar folios hechos puré de arándanos antes de media noche y hacer el doble mortal hacia atrás mientras cantaba como un cangrejo si quería curarme, así que me dolían mucho las espinillas. No sé, será el amor. El amor duele pero no tanto como cuando vas descalzo y te das en el dedo pequeño del pie. Las espinillas me recordaron lo que sentía por Rigobert : hambre. EL MUY CHONCHESUMADRE AUN NO ME HABÍA DEVUELTO MI BOCADILLO. Seguro que se lo ha dado a Mogo ¬¬ Será hijo de la gran foca polar, ahora se va a enterar, va a saber lo que vale una z. Ups, pero si me se ha perdío la hija, espera que voy a llamarla en mi coche con forma de tiburón y cuando vuelva acabo con Rigobert. ¡¡¡¡¡¡ELENITA, CARIÑO, VUELVE A CASA, QUE YA HAY INTERNET!!!!!! Ya ha vuelto, meh. Bueno, os dejo, que tengo que encargar un acha con aspecto siniestro para acabar con Rigobert (LEER ESTO IMAGINÁNDOME CON ESTA CARA) :
CORRERÁ LA SANGRE Y EL PURÉ DE PATATAS DE LA ABUELA

No hay comentarios:

Publicar un comentario